domingo, 1 de julio de 2007

POR LA PUERTA DE ATRÁS.

La sesión del Concejo Deliberante del jueves que, entre otros temas, iba a aprobar el proyecto de ordenanza para la suspensión por 180 días de las habilitaciones para comercios de grandes superficies, dejó varios interrogantes.
A pesar de la promesa previa de la mayoría de los concejales, a las cámaras que nuclean a los pequeños y medianos comerciantes y empresarios, de que se aprobaría el proyecto, los ediles argumentaron que no estaban en condiciones de hacerlo puesto que algunos bloques todavía no habían definido sus posturas.
La suspensión permitía detenerse en la regulación para la instalación de emprendimientos como EASY, hipermercado de capitales internacionales, que cuentan con denuncias en todo el mundo a partir de los efectos que provoca su instalación no regulada en pequeños y medianas empresas y comercios locales.
La marcha atrás de los concejales se dio luego que, horas antes de la sesión, la CGT exigiera la instalación del hipermercado en la ciudad y, el día de la sesión del Concejo Deliberante, el salón de deliberaciones fuera copado por trabajadores de la UOCRA que con cánticos agresivos provocaron la postergación del tratamiento del proyecto por parte de los concejales.
El último interrogante tiene algunas respuestas. Por dónde ingresaron los trabajadores de la UOCRA, cuando las puertas del municipio se mantienen cerradas luego de que organizaciones sociales instalaran una carpa en reclamo de trabajo y la actualización de los presupuestos para las cooperativas de viviendas que se realizan en la ciudad. La UOCRA entró por el garage del municipio. ¿Se lo habilitará, luego de este precedente, para que otros vecinos y organizaciones de la ciudad puedan acceder a un espacio que nació como la herramienta más fiel de la democracia?