Con una multiplicidad de actividades organizadas alrededor del mundo, el pasado 26 de enero se desarrolló la Jornada de Acción Global impulsada desde el Foro Social Mundial (FSM). Ese referente simbólico de encuentro y confluencia de entidades y movimientos opuestos al neoliberalismo bajo la premisa “otro mundo es posible”, que surgió en 2001 y que hoy se interpela y propone reflexionar sobre las estrategias a implementar de cara a las nuevas realidades. Durante la Jornada se registraron más de 800 acciones en 80 países, reporta el Boletín FSM (13/02/2008), puntualizando que como resultado de ella, “centenares de millares de personas se reunieron en sus ciudades y pueblos, intercambiaron información, descubrieron diferentes organizaciones y movimientos, protestaron por cambios locales y globales en las calles, celebraron alternativas y actuaron en conjunto contra cualquier tipo de explotación y por otro mundo posible”. (ver: http://wsf2008.net/es/og )
Esta nueva modalidad, es una respuesta postergada al reclamo de organizaciones sociales en desacuerdo con la frecuencia anual del Foro por los costos y el desgaste de energías, en perjuicio de las propias movilizaciones. De hecho, este es uno de los aspectos que ha marcado el debate en torno al carácter mismo del FSM y su estructura de funcionamiento, el cual últimamente ha cobrado intensidad pues se ha colocado sobra le mesa la necesidad de discutir las estrategias a seguir. La figura más común para referirse al estado actual del FSM señala que éste ha llegado a un cruce de caminos. Es así que hay quienes lo interpretan como fin de la caminata, pues este espacio amplio favorable para el intercambio y la reflexión no ha dado paso a las definiciones políticas que las nuevas realidades van exigiendo; mientras otros/as consideran que justamente desde ese punto y mirando a las diversas direcciones presentes habrá que optar por el curso a seguir. Aunque no falta quienes consideren que prácticamente todo va viento en popa. Para articular la discusión, desde el Consejo Internacional del FSM se ha establecido un intercambio en torno a puntos y temas considerados nodales. Entre ellos: la caracterización de los elementos de continuidad y de ruptura en el escenario mundial desde 2001; la percepción sobre la supremacía de EE.UU., el unilateralismo, en tal escenario; y la nueva dimensión de las crisis hoy en discusión (calentamiento global, la crisis financiera, la crisis de las democracias) desde la clave de crisis de civilización. Asimismo, propone un balance sobre la “batalla de ideas”, señalando que: “algunas de las cuestiones planteadas desde el altermundialismo fueron apropiadas por el discurso del capital y replanteadas, bajo nuevas formas de mercado, al servicio de ese capital (el caso paradigmático es el enfrentamiento del problema ambiental con créditos carbono)”. Como también un balance sobre los movimientos altermundialistas y el propio proceso del FSM. En este punto, de manera particular se plantea mirar las relaciones de tales movimientos con otros actores de la vida política (partidos, instituciones multilaterales, gobiernos, etc.) y la capacidad del altermundialismo para ser un actor político relevante en los diversos escenarios y en la lucha política. Este será, sin duda, un tema crítico para las definiciones futuras en el seno del FSM. Como continuación a la Jornada de Acción Global, en la entrega Nº 429 de América Latina en Movimiento que publica ALAI, correspondiente al mes de febrero, presentamos varias reflexiones que responden a las inquietudes formuladas líneas atrás, tanto respecto a la caracterización del momento y las tendencias principales en curso, como a los desafíos del proceso que se propone hacer realidad ese “otro mundo posible”.
Por Osvaldo León para ALAI AMLATINA
Esta nueva modalidad, es una respuesta postergada al reclamo de organizaciones sociales en desacuerdo con la frecuencia anual del Foro por los costos y el desgaste de energías, en perjuicio de las propias movilizaciones. De hecho, este es uno de los aspectos que ha marcado el debate en torno al carácter mismo del FSM y su estructura de funcionamiento, el cual últimamente ha cobrado intensidad pues se ha colocado sobra le mesa la necesidad de discutir las estrategias a seguir. La figura más común para referirse al estado actual del FSM señala que éste ha llegado a un cruce de caminos. Es así que hay quienes lo interpretan como fin de la caminata, pues este espacio amplio favorable para el intercambio y la reflexión no ha dado paso a las definiciones políticas que las nuevas realidades van exigiendo; mientras otros/as consideran que justamente desde ese punto y mirando a las diversas direcciones presentes habrá que optar por el curso a seguir. Aunque no falta quienes consideren que prácticamente todo va viento en popa. Para articular la discusión, desde el Consejo Internacional del FSM se ha establecido un intercambio en torno a puntos y temas considerados nodales. Entre ellos: la caracterización de los elementos de continuidad y de ruptura en el escenario mundial desde 2001; la percepción sobre la supremacía de EE.UU., el unilateralismo, en tal escenario; y la nueva dimensión de las crisis hoy en discusión (calentamiento global, la crisis financiera, la crisis de las democracias) desde la clave de crisis de civilización. Asimismo, propone un balance sobre la “batalla de ideas”, señalando que: “algunas de las cuestiones planteadas desde el altermundialismo fueron apropiadas por el discurso del capital y replanteadas, bajo nuevas formas de mercado, al servicio de ese capital (el caso paradigmático es el enfrentamiento del problema ambiental con créditos carbono)”. Como también un balance sobre los movimientos altermundialistas y el propio proceso del FSM. En este punto, de manera particular se plantea mirar las relaciones de tales movimientos con otros actores de la vida política (partidos, instituciones multilaterales, gobiernos, etc.) y la capacidad del altermundialismo para ser un actor político relevante en los diversos escenarios y en la lucha política. Este será, sin duda, un tema crítico para las definiciones futuras en el seno del FSM. Como continuación a la Jornada de Acción Global, en la entrega Nº 429 de América Latina en Movimiento que publica ALAI, correspondiente al mes de febrero, presentamos varias reflexiones que responden a las inquietudes formuladas líneas atrás, tanto respecto a la caracterización del momento y las tendencias principales en curso, como a los desafíos del proceso que se propone hacer realidad ese “otro mundo posible”.
Por Osvaldo León para ALAI AMLATINA