viernes, 25 de abril de 2008

ELOGIO DE LA ABUNDANCIA


escribe ALFREDO GRANDE para Agencia ANDA.

Hace muchos años, cuando Titanes en el Ring era el programa de mas rating, sufrí cuando Martin Karadagian derrotó a La Momia.
Años tarde en darme cuante que Martín no habia triunfado por su inapelable "cortito" sino porque era el dueño de la compañia.
¿Quienes son hoy dueños en esta Argentina? Hay propiedades transgeneracionales, de poca antiguedad, hay alquileres, hay comodatos.
El campo, denominación ambigua que engloba tanto a la oligarquía en situación de prostitución, como al pequeño campesino y al ultrajado peón, se enfrentó con un Gobierno que para conquistar la Victoria hizo Frentes y para consolidar hegemonía reflota Partido. O sea: con el Frente rogando y con el Partido dando. Al que le dieron fue al joven Martín Lousteau, de súbito ascenso y esperable descenso. Grave situación porque es la primer señal que el Partido tiene mas poder que el Gobierno. No porque me interese demasiado que lo mantenga, pero me preocupa mucho que la parte (el partido) tome el lugar del todo ( el Estado) Son categorías burguesas pero importantes para marcar que se vuelve de todo, menos del ridículo y de las contradicciones internas.
Gobierno abundante en votos, en superavit, en crecimiento económico, en desarrollo industrial, en nivel de exportaciones, en venta de automóviles, electrodomésticos, en pautas de propaganda para los amigos,turismo de afuera para adentro, turismo de adentro para adentro, y otras desmesuras que obviamos enunciar, abundante en el ejercicio mas brutal de nepotismo, y todo esto con todas las coberturas que sean necesarias para ocultar que el chocolate solo está en la cobertura. El campo, con abundancia de rentabilidad, de extensión, de riqueza hiper concentrada, de chauvinismo, golpismo y aristocratismo, logro victimizarse ante una sociedad que nunca morirá contenta, porque no se anima a combatir al enemigo.
El peronismo que niega la lucha de clases, fomenta el rencor de clase. El peronismo irrita a la derecha, pero no la estrangula.
Por lo tanto, al dejarla ni siquiera herida, sino apenas rasguñada, mantiene intactas su capacidad de aniquilación. No es elogiando la riqueza, diciendo que ganar plata está bien, planteando que el sueño argentino es la 4 x 4,etc, que se puede dar una batalla culturar contra el modo reaccionario de pensar y actuar en la realidad de nuestra derecha vernácula.
La pregunta es; si el gobierno le gana la pulseada al campo, el campo pierde la pulseada.
No puedo dejar de recordar el catch, donde todo parecía pero nada era.