domingo, 19 de octubre de 2008

"Pejotizar" el gobierno no es bueno para el proyecto nacional.

Por Humberto Tumini

Pasó el 17 de Octubre, cómo no rememorar aquella histórica jornada en que irrumpieron los humildes con fuerza incontenible, y que abrió el camino a la década de mayores logros para las mayorías populares desde la creación de nuestra nación. Gloria eterna entonces al 17 de octubre de 1945.

Pero muchos años y muchas cosas pasaron desde entonces a hoy. Y una de las mas notables, fue que una parte significativa de la dirigencia del Partido Justicialista se alineó con los enemigos del proyecto que décadas atrás encabezaron Juan y Eva Perón. Ya empezaron a hacerlo allá en los setenta de la mano de Isabel. Profundizaron luego esa definición en la década del noventa, adhiriendo fervorosamente al menemismo y luego formando parte del duhaldismo. Se reacomodaron poco después -con su oportunismo característico- a los nuevos tiempos y fingieron apoyar a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, solo para reciclarse y conservar sus cuotas de poder.

Pero en la primera confrontación dura contra los sectores económicos mas concentrados -a los que ellos en verdad responden- como fue la batalla contra la Mesa de Enlace rural, mostraron la hilacha y se pasaron de bando. No fue solo Julio Cobos el que no fue leal y traicionó a sus votantes, también lo hicieron -abierta o encubiertamente- una porción destacada de la dirigencia del Partido Justicialista. Podemos incluir en esa lista a Jorge Busti, Carlos Reutemann, Cesar Gioja, De la Sota, Schiaretti, Jaque, Juan Carlos Romero, Oscar Jorge, entre muchos otros, como así también a renombrados intendentes de la provincia de Buenos Aires.
No es nueva esta conducta, recordemos a John William Cooke cuando analizaba lo acontecido en el golpe de Setiembre de 1955 diciendo: "Se produce en consecuencia un enfrentamiento con una tremenda coalición interna e internacional, en la que el peronismo actuaba como en el caso de un general que creyese que tiene determinadas divisiones, que en realidad están en el campo adversario y no en el campo de él". Aunque si vale expresar que se ha agravado -la conducta- con el paso del tiempo.

Relatamos todo esto porque en el día de ayer hubieron dos actos oficiales recordando el 17 de octubre, en uno habló la presidenta y en el otro Néstor Kirchner. En el primero, en la localidad de San Miguel, provincia de Buenos Aires Cristina dijo "los peronistas hemos comprendido que con nosotros solos no basta, que es necesario convocar a todos los que crean en la Patria". Pero lo hizo acompañada del vicegobernador Alberto Balestrini y de los intendentes Cariglino, Espinoza, Othacehé e Ishii, entre otros; como también de Aldo Rico, quien siguió el acto abajo del palco. Lo que pone un límite mas que visible a su convocatoria.

Al mismo tiempo en la ciudad de Paraná, Néstor Kirchner encabezó el acto nacional del justicialismo en memoria de aquel 17. También rescató en su arenga, entre otros a Hipólito Yrigoyen; y agregó: "tenemos un absoluto respeto a todos los que piensan diferente, pero sentando las bases de la lealtad". Contradictoriamente con esto, el día anterior había hecho las paces con el ex gobernador Jorge Busti, quien supo salir en apoyo del campo desde el primer día del paro. En el acto lo rodeaban en lugares destacados Gildo Insfrán, José Luis Gioja, Celso Jaque, Miguel Pichetto y José María Díaz Bancalari.

Se podrá decir que esta dirigencia lo acompañó antes en su presidencia y que la acompaña ahora a Cristina, que no es algo nuevo. Sería una verdad a medias, nunca antes como ahora el kirchnerismo ha convergido en tal grado con el Partido Justicialista, y el gobierno nacional a estar tan identificado con este. Los actos del día de ayer y los discursos en ellos son un acabado reflejo de esto que decimos.

No es bueno en nuestra opinión, este rumbo político para el proyecto nacional que con tanto esfuerzo hemos impulsado estos cinco años. Lo estrecha y hasta -en cierto punto- lo desnaturaliza.

EN HORA BUENA?

Dos nuevos husos horarios rigen desde hoy en el territorio nacional, al entrar en vigencia el esquema dispuesto por el Gobierno, por el cual once distritos adelantaron 60 minutos sus relojes.
Las jurisdicciones que adhirieron a la iniciativa oficial, que busca ahorrar energía, son la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones.

Por su parte, las restantes provincias conservaron la misma hora: Jujuy, Catamarca, La Rioja, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Jujuy no había sido exceptuada por el decreto nacional 1705/2008, pero ayer dio marcha atrás con su decisión de adelantar una hora los relojes.

La disposición que establece adelantar los relojes una hora ya había sido aplicada por el gobierno nacional en 2007 para aprovechar la luz solar y ahorrar energía en verano.
El 15 de octubre último, el decreto 1.693/2008 fijó el período estival para el huso horario desde “la cero hora del tercer domingo de octubre de 2008 y hasta la cero hora del tercer domingo de marzo de 2009, en todo el territorio de la República Argentina”.