miércoles, 4 de abril de 2007

“EN LOS NOVENTA SE PRIVATIZÓ HASTA LA MERLUZA”

El puerto como motor de la economía de la ciudad, el puerto que contenía a los trabajadores “Es una imagen del pasado, una postal que no va a volver a repetirse”, comentó Roberto Garrone, periodista de la Revista Puerto en declaraciones a la Agencia ANDA.
Los acuerdos marco firmados con la Comunidad Económica Europea durante la década del noventa, al permitir la captura del recurso de manera indiscriminada, hicieron que escaseara la merluza, que es el principal recurso que se desembarca en el puerto local. “La merluza es muy difícil de exterminar. Era algo que sobraba en el Mar Argentino y hoy es dificil encontrarla. En Mar del Plata, se desembarca casi el 50 por ciento del total de la captura. De esa cantidad, un 75 por ciento es fresca y le da trabajo a los miles de obreros del sector que trabajan en la ciudad. Si el recurso no se recupera esa imagen no se va a volver a reptir”, agregó Garrone.
La ola privatizadora de la década del noventa hizo que también se privatizara la merluza. En ese contexto, los acuerdos firmados se hicieron sin ningún tipo de control de cuales eran los buques autorizados a capturar el recurso. “Hoy esta situación se vuelve a repetir porque hay buques congeladores que han accedido a un sector de la pesquería que antes tenían vedado. La Secretaría de Agricultura Ganadería y Pesca debería revisar cuales son los barcos legales y cuales los ilegales. Eso sería una decisión política fundamental si se quiere preservar el recurso”, concluyó Garrone.

INFORME DE SEMANA SANTA - EL PUERTO QUE NOS PARIO

Funcionarios del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, denunciaron que más del 60 por ciento de lo trabajadores del puerto de Mar del Plata , son contratados por fuera del convenio colectivo de trabajo del sector. Lo que significa que están precarizados o flexibilizados con sueldos por debajo de lo estipulado por las leyes laborales del país, jornadas de trabajo que duplican lo permitido y contratos basura.
Desde el gobierno bonaerense se prometieron inspecciones y duras sanciones para las empresas que no se ajusten a lo estipulado por las leyes laborales vigentes, pero según lo que opinan dirigentes sindicales de base, trabajadores y organizaciones intermedias que analizan el tema de la pesca, la crisis y la corrupción en torno al recurso pesquero es tan profunda que vino para quedarse.
Según un informe de la Universidad Nacional de Mar del Plata, el puerto de la ciudad turística por excelencia de la Argentina , generaba, en la década del 70, más del 50 por ciento del PBG (Producto Bruto Geográfico) del sudeste de la provincia de Buenos Aires, con cerca de 18.000 trabajadores en relación de dependencia según información suministrada por lo gremios que representan a los trabajadores en mar y tierra. El sector comercial y de servicio de Mar del Plata consideraba, ya para esa década, al puerto como un motor económico interno equiparable con la industria turística.
Ricardo Muñoz, trabajador del pescado, aseguraba que por sus potencialidades “el puerto de Mar del Plata se había convertido en una ciudad dentro de la propia ciudad. Y el trabajador en un actor social a tener en cuenta por su poder adquisitivo.”

Ricardo Muñoz - Trabajador del pescado
Antes se decía que el puerto era como una ciudad aparte. Yo pienso que todavía sigue siendo como una ciudad aparte. ¿Pero por qué? Antes era porque los trabajadores del puerto tenían un nivel de vida mejor que el de otros trabajadores de la ciudad. Hoy es porque los trabajadores del puerto, han quedado como medios “muertos”. El problema es que el puerto llega hasta la Avenida Juan B. Justo (una de las calles principales de la zona portuaria). De Juan B. Justo para el otro lado de la ciudad, no se sabe nada de la pesca. La población en general no se interesa del potencial que tendría la pesca si anduviera bien, ¿no? Según las estadísticas, andando bien la pesca, unas tres cuartas partes de la ciudad dependen un poco de ella.

Ricardo Muñoz - Trabajador del pescado



Los trabajadores cobrábamos la quincena o un adelanto el día sábado y la gastábamos. No es que la guardábamos, salíamos a los comercios a comprar algo para traerle a la familia en caso de que no necesitáramos nada. La gente se iba al supermercado, a la tienda, a hacer gastos. Eso es lo que no entiende el poder: que si el trabajador gana lo que tiene que ganar, se mueve toda la rueda, porque el trabajador gasta la plata. Yo me acuerdo que salía, era más joven por supuesto y tenía más dinamismo. Y salía y me iba a jugar al pool con los compañeros un rato. El sábado a las diez de la mañana ya no trabajábamos más hasta el otro lunes. Nos íbamos a jugar al pool, a tomar unos gancias (bebida con alcohol), comíamos una buena picada y siempre traíamos algo para la familia.

Meca del turismo interno, cerca de 2 millones de personas veranean cada año en las playas de Mar del Plata, lo que eleva la población de la ciudad en 3 millones para esos meses. Pero con el inicio de la década del 90, la ciudad turística más importante de la Argentina , no fue noticia por su poderosa industria turística, su desarrollada industria pesquera, o las incipientes industrias de la construcción y textil. Tampoco por los 27 millones de inversión para la construcción de su puerto, cifra record en 1922; ni porque en 1945 se rindieron dos submarinos nazis en sus costas, sino porque se transformaba en la capital Argentina de la desocupación.
Hacia fines de los 90, Mar del Plata, contaba según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo de Argentina con cerca del 25 por ciento de su población activa desocupada.
El puerto de Mar del Plata fue el claro ejemplo de cómo actuaron las políticas neoliberales en la construcción de esa realidad.
Los acuerdos marco firmados con la Comunidad Europea , desde 1992, otorgaron permisos de pesca a buques factorías que, con leyes que no contemplaban su presencia, no solo depredaron el recurso pesquero sino que destruyeron el tejido social del puerto de Mar del Plata.
Patricia Comparada, dirigente sindical y trabajadora en tierra aseguró que por sobre todas las cosas, esos acuerdos, destruyeron el recurso humano.

Patricia Comparada - Dirigente Sindical



Hoy el recurso está en crisis hace varios años. Lo que se pesca en general es un poco más de las (especies) juveniles, cuando no son las juveniles y esto generó una crisis tremenda porque no solo destruyó la fuente de trabajo de miles de trabajadores. Hoy hay 2500 trabajadores bajo relación de dependencia que aún se les respetan los derechos convencionales y 4000 compañeros que trabajan la mitad del mes con suerte y en negro.

Patricia Comparada - Dirigente Sindical



Cuando me refiero a crisis del recurso también estoy hablando de que han hecho pelota el tejido social, todo. Han destruido el recurso humano también porque acá estamos hablando de seres humanos que han dejado su vida en el puerto y que tienen sesenta años y no pueden jubilarse, que siguen yendo de planta en planta en su bicicleta a ver adonde pueden conseguir una changa. Estamos hablando de nuestros viejos, que ya tendrían que estar jubilados, que tendrían que tener sus medicamentos, sus cosas, su protección social y que no solamente no tienen eso sino que no tienen ni siquiera la posibilidad de jubilarse.

La acción de los buques factorías fue tal en el caladero del puerto de Mar del Plata, sin controles y con permisos para buques que pescaban 100 veces más que lo que la ley de Pesca permitía, que llevó a decir públicamente a un ex presidente de la Argentina , Fernando de la Rua , que el puerto de Mar del Plata se había quedado sin recursos.

Patricia Comparada - Dirigente Sindical



Si, pescaban olímpicamente, pero lo mandaban entero. O sea lo procesaban en alta mar, le sacaban la cabeza y las tripas. Eso lo congelaban y lo empastillaban también en alta mar y lo trasbordaban a los barcos que se iban a llevar a sus puertos el recurso para procesar. O sea que en lugar de darnos más trabajo nos quitaba el trabajo a los argentinos. Una política de entrega del patrimonio nacional impresionante.

En la actualidad, según el informe del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, dado a conocer en los últimos meses, de los 18 mil trabajadores en relación de dependencia que el puerto de Mar del Plata contaba, se paso a solo 2500 registrados, el resto está fuera del convenio o, mal llamados, cooperativizados, una figura que permitió la precarización del trabajo y la reducción de costos laborales en las empresas.

Ricardo Muñoz - Trabajador del pescado



Al decirnos que íbamos a ser empresarios, nos hicieron creer a muchos que nosotros éramos los empresarios, que íbamos a ganar plata, que íbamos a ser socios de Solimeno, Moscuzza y Vallastro (empresarios de la pesca). De esta manera, perdimos todos los derechos y al no haber trabajo nos decían: ¿Qué están reclamando muchachos? Si ustedes son patrones. Y obviamente que también tiene mucha responsabilidad el estado que permitió este sistema que es fraudulento.

Ricardo Muñoz - Trabajador del pescado



Una razón es para flexibilizar. Ya que no podían hacerlo de otra manera en la pesca, lo disimularon a través de las cooperativas. Y otra es para poder seguir con el juego de la evasión, porque con este juego de las cooperativas, los empresarios se libran de las cargas sociales y previsionales. Entonces obviamente ahí se ve donde todas las ganancias se van para un mismo lado.

Para muchos trabajadores y sindicalistas de base el papel de los sindicatos del sector fue fundamental para la aplicación de estas políticas de privatizadoras del puerto de Mar del Plata y para la continuidad de las mismas en la actualidad. Muy a pesar de que las exportaciones del puerto de Mar del Plata volvieron a crecer, por tercer año consecutivo, en un 9 por ciento durante el 2006, según un informe del Ministerio de Economía de Argentina.

Patricia Comparada - Dirigente Sindical



Los gremios estaban a favor. En algunos casos, en particular el gremio del SOIP, tenía un doble discurso. Por un lado decía que estaba en contra de las cooperativas. Esto salía en todos los medios de comunicación, yo me acuerdo muy bien porque decían que las cooperativas no eran convenientes para los trabajadores, que tenían que defender la relación laboral, el convenio colectivo de 1975, del cual el gremio había sido parte, ¿no cierto?
Pero en los hechos prácticos los trabajadores que no aceptaban las cooperativas no tenían el acompañamiento del gremio para defender la relación laboral. Las empresas presentaban quiebras fraudulentas, porque se quedaban con otro nombre con otras plantas y seguían trabajando y el gremio no movía un dedo. Pero en si, todos los gremios marítimos tuvieron una actitud de complicidad absoluta.


El 70 por ciento de los trabajadores en negro o cooperativizados, innumerables conflictos y protestas de trabajadores que reclaman por los derechos perdidos, trabajadores con 14 horas de trabajo en lugar de las 6 reglamentadas, salarios indignos, contratos basura, esa es la actual fotografía del puerto de la ciudad turística más importante de Argentina. Una imagen muy alejada al recuerdo de los viejos trabajadores del sector.

Ricardo Muñoz - Trabajador del pescado




En este barrio que vos ves ahora que está muy triste, está bastante triste y pasa lo mismo los fines de semana que está mas triste porque pasa menos gente todavía, en los fines de semana de los años setenta u ochenta, esto era un mundo de gente, porque habíamos armado tres canchas de fútbol y había partidos todos los días. ¿Vos sabés el movimiento que había acá? Era buenísimo, yo me acuerdo que en una de las canchas que teníamos habíamos hecho un club de barrio que se llamaba Central Norte. Teníamos la cancha y armábamos campeonatos y habíamos armado una cantina de material, con todo… y consumían los guachos…Era una felicidad este barrio los fines de semana y hoy en día es una tristeza este barrio. La gente es otra, no hay esa solidaridad que había antes entre los vecinos, de saludarnos y ayudarnos entre todos.

Desde comienzos del 2005, vecinos y organizaciones sociales, conformaron el Grito del Caladero, un espacio de denuncia y acción en defensa del recurso pesquero y la situación de los trabajadores del sector.

Veronica Bernaba - Integrante del Grito del Caladero
Lo emocionante que nos pasó es que escuchamos de la voz de los fileteros, de los trabajadores, cuál era la problemática. ¿Por qué hacía tres meses que los barcos estaban parados en el puerto? Ellos nos dijeron que el recurso era nuestro también y ahí tomamos conciencia de que el recurso es nuestro y que ellos sentían que estaban asesinando bebés porque estaban pescando ejemplares juveniles. Y bueno, nos corrieron un velo que todos teníamos y ahí empezamos.

El Grito multiplicó la solidaridad internacional frente una ciudad que daba la espalda a la crisis. El músico Manu Chao encabezó, el 3 de noviembre del 2005, un festival artístico en pleno puerto, en lo que constituyó el pico más importante del reclamo.

Manu Chao - Músico



Estamos aquí como Manu Chao y Radio Bemba, primero para dar el pésame a las familias de los dos marineros muertos ayer a la noche y sobre todo también para dar nuestro apoyo a los pescadores de Mar del Plata en lucha por salarios dignos, mejores condiciones de trabajo y en defensa de los recursos naturales cada vez más maltratados. Esta lucha se está haciendo contra vientos y mareas. Políticas económicas destrozadoras de cualquier futuro aceptable para todos nuestros hijos. Se trata de una emergencia. La locura del sistema está llevando nuestro futuro hacia catástrofes con consecuencias desastrosas e irremediables. Así que hoy juntémonos todos para salvar el caladero. Gracias a todos los marineros de Mar del Plata por acogernos aquí. Y aquí va Radio Bemba.

Manu Chao - Músico



Bueno lo primero un abrazo de lo más profundo a todos los pescadores de Mar del Plata, porque el concierto ahí fue lo más hermoso de hace mucho tiempo. Fue muy emocionante ¿no? Una fuerza para ellos de todo corazón.

Un grito profundo pero simple que hoy repercute con más fuerza luego de las cifras brindadas por el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Un grito que reclama por salarios dignos, mejores condiciones de trabajo y por la protección del recurso pesquero. Que reclama por derechos todos los trabajadores de la pesca marplatenses.

Ricardo Muñoz - Trabajador del pescado



Yo también quiero derechos humanos. Los trabajadores queremos derechos humanos. Yo creo que trabajar dignamente, como corresponde, para mi es un derecho humano. No se si estaré equivocado.