miércoles, 12 de noviembre de 2008

UN PASO ADELANTE HACIA LA LIBERTAD SINDICAL


La decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de declarar inconstitucional el articulo 41 de la Ley de Asociaciones Profesionales fue recibida de manera satisfactoria por parte de los dirigentes de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), que desde hace años viene pugnando por lograr la libertad sindical en la Argentina. Para el Secretario de Organización de la CTA, José Rigane se trata de “un paso fundamental en dirección a la democracia y la libertad sindical en nuestro país, a partir de que establece que los trabajadores no necesitan estar afiliados a una organización con personería gremial para participar del acto eleccionario de su delegado en el lugar de trabajo”.Y recordó que “la Organización Internacional del Trabajo (OIT) viene reclamando a los distintos gobiernos argentinos desde 1998 por la finalización del unicato sindical”.

En cuanto a distintas repercusiones que tuvo esta decisión de la Corte, Rigane se mostró cauto a la hora de señalar que esto “no obliga al gobierno a otorgar la Personería Gremial a la CTA”. En cuanto a los dichos del Ministro de Trabajo Carlos Tomada, quien pidió prudencia, el dirigente de Luz y Fuerza indicó que “esto vale para todos y para cada uno de los trabajadores que componen el Movimiento Obrero argentino. Lo prudente del Ministro es no otorgar la Personería Gremial a las organizaciones simplemente inscriptas que son más de 2200. Como el Gobierno Nacional ha decidido tener como socio al Movimiento Obrero Oficial (la CGT), el ministro hace declaraciones interesadas que no hacen mas que demostrar a los trabajadores en que consiste este fallo de la Corte Suprema”.

Por último, el Secretario de Organización de la CTA se refirió a lo expresado por el dirigente judicial Julio Piumatto, quien habló de una provocación por parte de la Corte. “Esto no va en contra de nadie sino a favor de todos. Nadie puede estar en contra de una mayor libertad. Ningún dirigente puede oponerse a esto en tanto y en cuanto tenga como objetivo representar los intereses y las necesidades genuinas de los trabajadores. Solo los dirigentes a los que les interesa el sindicato como un ejercicio de poder en función personal o sectorial, pero que no tienen en cuenta los intereses de los trabajadores, pueden oponerse a esta decisión”, concluyó Rigane.