“Es fundamental que no gocen de privilegios irritantes para los familiares de las víctimas que piden justicia desde hace treinta años”, aseguró a FM De la Azotea, el abogado de los organismos de Derechos Humanos, César Sivo, en referencia a la revocación de la prisión domiciliaria que cumplían los represores Rafael Guiñazu y Juan José Lombardo. Y al mismo tiempo remarcó la importancia de que se llegue al juzgamiento.
Sivo añadió que “lo peor que puede pasar es que se terminen muriendo con el estado de inocencia inalterado”, y agregó: “que no tengan una condena no deja de ser una mancha para la idea de justicia”.
El abogado señaló como antecedente el caso del represor Héctor Febres, que días antes de ser juzgado por la causa de la Escuela de Mecánica de la Armada, fue encontrado muerto, en su lugar de detención, a causa de una intoxicación con cianuro. “¿Que te hace pensar que, aunque lo visiten los familiares, no va a pasar nada?, es caminar sobre el filo de la navaja”, cuestionó.
Juan José Lombardo se desempeñaba como jefe de la Base Naval durante el año 1977 y Rafael Guiñazu hacía lo propio como sub- jefe durante el mismo período. Ambos fueron detenidos el 23 de julio por orden del Juez Federal Rodolfo Pradas, a cargo del tribunal Nº 3.
César Sivo concluyo que “uno espera que en el 2008 de profundicen todos los procesos, se llegue a la mayor cantidad de juicios posibles y que, por supuesto, llegue una condena que se cumpla en una cárcel con una prisión efectiva”.
Audio Cesar Sivo
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