En momentos en los que se define la puja entre “el campo y el gobierno”; la poca credibilidad del gobierno para justificar el esquema de retenciones móviles como herramienta para la redistribución de la riqueza; los dirigentes rurales que representan a las bases o, como dijo el diputado Felipe Solá, los dirigentes dirigidos por las bases; el Movimiento Nacional Campesino Indígena afirma que “nosotros somos la Tierra, el Agua, las Semillas, los Bosques, el Aire, nosotros no somos "el campo".
Su vocero, Diego Monzón, aseguró a FM De la Azotea que “la naturaleza no es un recurso sino un bien común que debemos custodiar para los pueblos y las futuras generaciones”.
“No estamos de acuerdo con el lock out patronal, que le llaman paro y que en realidad son empresarios que mandan muchas veces a sus obreros a cortar las rutas”, dijo Monzón que agregó: “se evidencia una posición sectorial ambiciosa y muy egoísta de las cuatro entidades rurales”.
En cuanto al sistema de retenciones y las políticas agrarias del gobierno el referente del Movimiento Nacional Campesino Indígena esgrimió que “se ve poca seriedad porque la agenda que se propone hacia el desarrollo rural está repleta de parches”. En ese sentido esgrimió que “se deben fortalecer las comunidades campesinas e indígenas de los trabajadores rurales y se necesitan políticas que tiendan a disminuir la concentración de la tierra y el agua, y a su vez que fortalezcan la producción de alimentos sanos y accesibles”.
Por último, Diego Monzón se encargó de desmitificar la imagen de la Federación Agraria, que en este conflicto se alineó al reclamo de la Sociedad Rural: “en la actualidad sus bases son en su mayoría sojeros que ni siquiera viven en el campo”, y aclaró que con la asunción de Eduardo Buzzi al frente de la organización hubo un acercamiento hacia las comunidades campesinas y se comenzó hablar de la agricultura familiar, “algo que se había perdido en los últimos tiempos, y que ahora todo eso lo tiró al tacho”.
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1 comentario:
Muy buenas declaraciones. El conflicto del campo no es consecuencia de las asociaciones rurales, como plantea el gobierno; ni responsabilidad del gobierno, como dicen los ruralistas. No se trata de un Boca- River como intentan demostrar los medios. En el conflicto del campo hay otros gris como los reclamos de los grupos aborigenes y movimientos campesionos, cerca de 2 millones en todo el territorio. La problematica del campo es el acceso a la tierra y a la comida en un pais que produce alimentos para 300 millones, tiene cuarenta y la gente se muere de hambre o tiene que ocupar tierras para sobrevivir.
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