jueves, 5 de marzo de 2009

MASSERA ESTA BIEN CUERDO Y SERÁ ENJUICIADO

Un tribunal de Roma decidió ayer que Emilio Massera, uno de los más atroces represores de la dictadura militar 1976-83, está en condiciones físicas y psíquicas de afrontar un proceso en el que se lo acusa por el secuestro y asesinato de tres italoargentinos. El jueves 26 el tribunal decidirá si procesa al almirante. Otros represores -entre ellos el "Tigre" Acosta y Astiz--, ya han sido condenados a cadena perpetua en rebeldía por el tribunal italiano.

Massera, de 83 años, buscó zafar del proceso iniciado por la justicia italiana a raíz de la desaparición forzada de Angela Aietta Gullo, madre del parlamentario y en aquellos años líder de la juventud peronista, Dante Gullo, que fue secuestrada el 5 agosto de 1976. La señora Aietta Gullo, según muchos testimonios, fue martirizada en la ESMA.

Mientras tanto, Massera será sometido a una nueva pericia el lunes próximo en el Hospital Naval de Buenos Aires. La misma fue ordenada por el juez federal Sergio Torres --a cargo de la megacausa por los crímenes de la ESMA-- y será llevada a cabo por un especialista de la Facultad de Medicina, otro de la de Psicología y otro designado por la Asociación Médica Argentina.

Hasta ahora los exámenes periódicos que se le hacen en la Argentina decían que no estaba en condiciones de afrontar un juicio.

Condenado en el juicio a las Juntas Militares de la dictadura, el almirante cumplió solo cinco años de condena al ser indultado en 1990 por el presidente Carlos Menem. Ocho años después volvió un tiempo a la cárcel acusado por los robos de bebés nacidos durante el cautiverio de sus madres, que tras el parto eran asesinadas.

El tribunal italiano lleva adelante el proceso por otros dos italoargentinos, Giovanni Pegoraro y su hija Susanna, secuestrados el 18 de junio de 1977. Susanna estaba embarazada y en la ESMA nació una beba cuyo paradero se desconoce.

Hace cuatro años el juez Marco Mancinetti había separado el sumario sobre Massera de la causa principal, porque los abogados del almirante, según esas pericias argentinas, no estaba ya en condiciones mentales de afrontar un proceso. Mancinetti envió a la Argentina a un perito médico italiano, el doctor Piero Rochhini, quién visitó a Massera en su casa de Belgrano, donde cumple prisión domiciliaria.

El perito estableció que el represor tenía la suficiente salud mental como para seguir un juicio. Rochini señaló también que Massera simulaba un estado de postración mental y fisica.

Fuente: Télam

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