
El aumento que afectará a cerca de 1 millón 200 mil usuarios será del 14 por ciento, retroactivo a noviembre del 2005.
Para el dirigente de la CTA no hay que olvidarse que en este escenario se suman “entes reguladores que no tienen representación o están cuestionados. Un proceso que además arriba a los aumentos de tarifas sin audiencias públicas vinculantes y sin el debate de los contratos que se sellaron en los 90. Un debate que había sido prometido por el gobierno”, recordó Rigane.
“Este modelo energético, como venimos diciendo desde hace mucho tiempo, nos llevó a una crisis porque ha fracasado en toda su línea y además queda demostrado de que mientras exista un Estado bobo, socio de las multinacionales, no puede controlar a su socio, todo lo contrario, todo lo que hace es habilitarle las mejores condiciones para que obtenga los resultados económicos que estas privatizadas pretende”, aseguró el también secretario general de la FeTERA (Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina). “De esta manera se sigue favoreciendo a los que concentran y centralizan riquezas y sigue perjudicando a la gran masa de empobrecidos e indigentes o aquellos que en este caso, en el tema del gas, tienen que recurrir al gas licuado de petróleo, a la garrafa de cocina, que vale casi treinta pesos, pagando siete u ocho veces más de lo que vale el gas natural”.
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