Hace mucho tiempo, un grupo de hombres se le ocurrió cultivar las plantitas que consumían; a esas gentes se le puso el nombre de campesinos. Pasaron los años y un científico loco decidió modificar la naturaleza de ese vegetal. Por razones que no se saben, hombres perversos se adueñaron de esa hiedra venenosa y la empezaron a cultivar por su rédito económico.
A raíz que crecía la producción, los ecosistemas se iban destruyendo y los campesinos debían abandonar sus tierras porque les arrojaban químicos y luego, unos uniformados los desalojaban.
Al ver esa expropiación de territorios, los nativos no tuvieron más opción que agruparse en diferentes organizaciones para reclamar por sus derechos y los de todos. Casi paradójicamente, el apoyo hacia ellos era nulo.
Toda esta realidad que parece un sueño surrealista se manifestó el jueves en el Obelisco. Allí se hizo presente el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) pidiendo por los presos políticos y levantando las banderas de la lucha en el Día de la Soberanía Alimentaria.
Radio De La Azotea le otorgó sus micrófonos a Adolfo Farías, integrante del área de comunicación del MOCASE. Este hombre proclamó la biodiversidad y la recuperación de las tierras expropiadas.
¿Biodiversidad? ¿Soberanía Alimentaria? ¿Qué es todo eso? “Todo esto significa: elegir qué producir, poder producir diferentes semillas orgánicas, tener proyectos políticos y conocer las necesidades de los ciudadanos”,explicó adolfo.“La lucha global por la reforma agraria integral está encaminada y dentro del sujeto histórico que venimos construyendo organizadamente nos encontramos con los agro-negocios. Un modelo de exclusión, de exportación y de muerte para la sociedad”, finalizó.
viernes, 17 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario