Por Augusto Taglioni
El gobierno de Mauricio Macri tiene un estilo neoliberal, acorde a la vieja política “noventista” que benefició a tantos y perjudicó a otros tantos. Para darse cuenta, solo hay que analizar los recortes de presupuesto en salud y educación, la inescrupulosa defensa al sector privado, evitando todo tipo de ingerencia desde el estado y las iniciativas “fazistoides” para resolver problemas de inseguridad: Policías, represión y ocultamiento mediante muros o cercamiento de los sectores que viven en la marginalidad. No nos olvidemos de los desalojos que día a día sufren aquellas familias que tratan de vivir lo mas dignamente en las casas tomadas. Allí donde Mauricio quiere hacer un shopping.
Pero no es solo la política neoliberal y fascista que la caracteriza al macrismo, sino que como si fuera poco, incorpora a ex funcionarios de la última dictadura cívico militar, militares y civiles que participaron activamente en el genocidio sistemático de una generación.
Obviamente, Mauricio Macri designó a un “facho” profesional para dicha selección, que deber ser minuciosa y correcta. Se trata de Federico Young, ex Juez de la dictadura, y actual titular de la Agencia de Control Gubernamental, presidente del partido demócrata porteño, aliado del PRO. En las últimas horas este personaje, designó un nuevo funcionario de la dictadura. El afortunado es Diego Ibarbia, quien estuvo al frente de la localidad bonaerense de Pehuajó, entre junio de 1976 y 1978. Ahora es secretario del Partido Demócrata porteño, que preside el ya mencionado titular de la Agencia de Control Gubernamental porteña.
Diego María Ibarbia, hombre del campo, al igual que Young, Ibarbia es miembro de la Fundación Juan de Garay, que preside Jorge Zorreguieta, el ex secretario de Agricultura de Jorge Rafael Videla, el padre de Máxima, la esposa del príncipe Guillermo de Holanda. Por su participación en la dictadura desde 1976 a 1981, Zorreguieta no pudo asistir a la boda de su hija, aunque dijo que su corazón sensible condenaba los “excesos” en la “lucha contra la subversión”. Ligado al ex ministro de Economía José Martínez de Hoz y a la Sociedad Rural Argentina, Zorreguieta comparte dos características con Ibarbia: es un civil que fue funcionario de la dictadura y un hombre del campo.
Ibarbia apunta en su currículum que es “vocal en el directorio de Sara Braun S. A., empresa agropecuaria” y “socio de diversas sociedades agropecuarias”. Además, se precia de ser “socio y vocal de la Comisión Directiva del Jockey Club, vocal de la Comisión de Vigilancia del Mercado de Hacienda de Liniers” y, por si quedaban dudas, también “miembro de la Asociación de Amigos del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín”.
La vocación ruralista la comparte además con Young, que posee 1250 hectáreas, es vocal de la Asociación Rural de Chivilcoy, delegado de Carbap y presidente de la Estancia El Paye.
Es clarísimo la linea con la que Mauricio Macri hace de su gobierno, un gobierno fascista, neoliberal y absolutamente militarizado.
Algunos datos más para estar al tanto de este nuevo funcionario macrista:
Asumió en junio de 1976, dos meses después del golpe de Estado, como interventor designado por la dictadura y continuó en el cargo hasta 1978. En su pago lo recuerdan como un hombre de confianza de los militares. En diciembre de 1976, luego de una extensa operación de inteligencia sobre el periódico y las fábricas locales, hubo un procedimiento del Ejército en Pehuajó que incluyó diversos allanamientos.
Ese mismo año fueron secuestrados y desaparecidos dos jóvenes de Pehuajó, Roberto Ricardo “El Mono” Suárez, de 24 años, y Silvana Benincasa, de 26. Su historia fue recuperada en un trabajo multimedia hecho por estudiantes de una localidad cercana a Pehuajó –Mones Casón– en 2008, que forma parte del programa Jóvenes y Memoria de la Comisión provincial de la Memoria.
UNO MAS Y VAN…
Con Ibarbia, Young suma un ex funcionario de la dictadura en su partido a la lista de militares y gendarmes que tiene contratados. El funcionario sumó a su equipo a dos coroneles retirados y miembros de su partido, uno de ellos ex agente de la SIDE en el menemismo y fundador de la agencia de seguridad Acecho S. A. También incorporó a 14 ex militares y gendarmes, que fueron contratados como inspectores y administrativos. Entre ellos, al menos seis ocuparon cargos de jerarquía en el Ejército en la dictadura.
Pero no es solo la política neoliberal y fascista que la caracteriza al macrismo, sino que como si fuera poco, incorpora a ex funcionarios de la última dictadura cívico militar, militares y civiles que participaron activamente en el genocidio sistemático de una generación.
Obviamente, Mauricio Macri designó a un “facho” profesional para dicha selección, que deber ser minuciosa y correcta. Se trata de Federico Young, ex Juez de la dictadura, y actual titular de la Agencia de Control Gubernamental, presidente del partido demócrata porteño, aliado del PRO. En las últimas horas este personaje, designó un nuevo funcionario de la dictadura. El afortunado es Diego Ibarbia, quien estuvo al frente de la localidad bonaerense de Pehuajó, entre junio de 1976 y 1978. Ahora es secretario del Partido Demócrata porteño, que preside el ya mencionado titular de la Agencia de Control Gubernamental porteña.
Diego María Ibarbia, hombre del campo, al igual que Young, Ibarbia es miembro de la Fundación Juan de Garay, que preside Jorge Zorreguieta, el ex secretario de Agricultura de Jorge Rafael Videla, el padre de Máxima, la esposa del príncipe Guillermo de Holanda. Por su participación en la dictadura desde 1976 a 1981, Zorreguieta no pudo asistir a la boda de su hija, aunque dijo que su corazón sensible condenaba los “excesos” en la “lucha contra la subversión”. Ligado al ex ministro de Economía José Martínez de Hoz y a la Sociedad Rural Argentina, Zorreguieta comparte dos características con Ibarbia: es un civil que fue funcionario de la dictadura y un hombre del campo.
Ibarbia apunta en su currículum que es “vocal en el directorio de Sara Braun S. A., empresa agropecuaria” y “socio de diversas sociedades agropecuarias”. Además, se precia de ser “socio y vocal de la Comisión Directiva del Jockey Club, vocal de la Comisión de Vigilancia del Mercado de Hacienda de Liniers” y, por si quedaban dudas, también “miembro de la Asociación de Amigos del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín”.
La vocación ruralista la comparte además con Young, que posee 1250 hectáreas, es vocal de la Asociación Rural de Chivilcoy, delegado de Carbap y presidente de la Estancia El Paye.
Es clarísimo la linea con la que Mauricio Macri hace de su gobierno, un gobierno fascista, neoliberal y absolutamente militarizado.
Algunos datos más para estar al tanto de este nuevo funcionario macrista:
Asumió en junio de 1976, dos meses después del golpe de Estado, como interventor designado por la dictadura y continuó en el cargo hasta 1978. En su pago lo recuerdan como un hombre de confianza de los militares. En diciembre de 1976, luego de una extensa operación de inteligencia sobre el periódico y las fábricas locales, hubo un procedimiento del Ejército en Pehuajó que incluyó diversos allanamientos.
Ese mismo año fueron secuestrados y desaparecidos dos jóvenes de Pehuajó, Roberto Ricardo “El Mono” Suárez, de 24 años, y Silvana Benincasa, de 26. Su historia fue recuperada en un trabajo multimedia hecho por estudiantes de una localidad cercana a Pehuajó –Mones Casón– en 2008, que forma parte del programa Jóvenes y Memoria de la Comisión provincial de la Memoria.
UNO MAS Y VAN…
Con Ibarbia, Young suma un ex funcionario de la dictadura en su partido a la lista de militares y gendarmes que tiene contratados. El funcionario sumó a su equipo a dos coroneles retirados y miembros de su partido, uno de ellos ex agente de la SIDE en el menemismo y fundador de la agencia de seguridad Acecho S. A. También incorporó a 14 ex militares y gendarmes, que fueron contratados como inspectores y administrativos. Entre ellos, al menos seis ocuparon cargos de jerarquía en el Ejército en la dictadura.
Son el general de Brigada Enrique Santiago Servatico, que fue jefe del Regimiento de Caballería de Tanques VI de Concordia, Entre Ríos, donde funcionó un centro de detención clandestino; el teniente coronel Lucio Strazza es ex delegado de la SIDE en el menemismo y en la dictadura formó parte del Batallón de Arsenales 181; el oficial de inteligencia Luis Rogelio Sánchez fue parte del Batallón 601 del Ejército; el coronel Rubén Arturo Ortega fue el jefe de Operación del Regimiento de Infantería de Monte 22 de San Juan; el capitán Juan Jorge Ferreyra, que entre enero de 1976 hasta septiembre de 1979 revistó en el grupo de Artillería 7 (GA 7); y el teniente coronel Enrique Jordana Testoni, que fue director de la Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu en Rosario. Jordana Testoni fue detenido como partícipe del centro de detención que funcionó allí, pero el juez lo liberó y le decretó falta de mérito por considerar que ningún detenido lo vio. Los organismos de derechos humanos recordaron que la mayoría estaban encapuchados.
Todos fueron confirmados en el cargo por Young. “Los mantengo por el servicio que le hicieron a la patria”, dijo el ex juez de facto.
¿Que clase de democracia permite que funcionarios de la dictadura se hagan de cargos públicos? ¿Esta es la democracia que queremos? No alcanza solo con Macri, tambien hay que padecer a activistas del terrorismo de estado, votando en un parlamento y decidiendo por nosotros, bendita sea la democracia “representativa”.
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