Chávez comunicó nuevas nacionalizaciones. El objetivo es potenciar el desarrollo de un modelo industrial socialista, afirmó. La medida involucra al grupo Techint, que repudió el hecho. La UIA, AEA y Adeba se sumaron y pidieron la intervención del Gobierno.
“El sector briquetero, nacionalícese. No hay nada que discutir.” Con esas dos frases, el presidente venezolano, Hugo Chávez, anticipó ayer su decisión de estatizar un amplio número de empresas siderúrgicas, entre las que se encuentran tres compañías sobre las que tiene participación accionaria el grupo Techint.
El anuncio lo hizo durante un acto oficial con sindicalistas de la región minera de Guayana, quienes se encuentran en conflicto con esas empresas desde hace más de seis meses. El objetivo oficial de las nacionalizaciones es desarrollar un sector clave de la economía mediante la creación de un gran complejo industrial estatal (ver aparte). Desde Buenos Aires, el holding comandado por Paolo Rocca lanzó un inmediato repudio a la medida, que fue imitado por la Unión Industrial Argentina –que en los hechos responde a Techint—, por la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y por la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba).
De acuerdo con fuentes empresarias, esas entidades hicieron llegar su enojo al Gobierno, que recientemente intercedió por Techint en el proceso de nacionalización de la siderúrgica venezolana Sidor, por la cual el gobierno de Chávez se comprometió a pagar 1970 millones de dólares.
Ternium, el holding que agrupa a las empresas siderúrgicas de Techint, emitió un comunicado desde el paraíso fiscal de Luxemburgo, adonde tiene su sede societaria, para informar a la Bolsa de Buenos Aires sobre la situación. “Todavía no se han proporcionado detalles” de la operación, indicó. Más verborrágico estuvo Luis Betnaza, director de Asuntos Públicos del grupo: “Estamos absolutamente sorprendidos. Ya habíamos tenido la experiencia de la nacionalización de Sidor y parecía que ése era el último de este tipo de accidentes en Venezuela”, declaró. “Es un hecho absolutamente insólito, máxime el contexto de la enorme hospitalidad” que recibió Chávez en sus vistas a la Argentina, la última de ellas la semana pasada, interpretó. Betnaza remarcó que ya son cinco las empresas de Techint que terminan nacionalizadas en Venezuela. “Esto condiciona la relación entre la Argentina y Venezuela”, opinó el ejecutivo.
La decisión se precipitó como consecuencia de los conflictos laborales que en los últimos meses se intensificaron en las empresas siderúrgicas básicas, situadas en el oeste de ese país. Según dirigentes del sector, los trabajadores de las compañías en conflicto no cobran sus salarios desde hace medio año y solicitaron la intervención oficial. Entre las productoras de hierro se encuentran Tubos de Acero de Venezuela (Tavsa), Materiales Siderúrgicos (Matesi) y Complejo Siderúrgico de Guayana (Comsigua), todas pertenecientes al Grupo Techint. Sobre las primeras dos firmas, el holding que preside Rocca cuenta con una mayoría accionaria, mientras que en la tercera tiene una participación minoritaria.
Chávez concluyó la conformación de una gran empresa estatal “socialista” sobre la que no se suministraron más detalles. “Hagamos ese plan de un sólo gran complejo industrial integrado. El sector briquetero (de producción de briquetas o placas de hierro), nacionalícese”, sentenció. El mandatario consideró que “no hay nada que discutir”, y ordenó públicamente que “comience de una vez el proceso de nacionalización”. En la lista de empresas que mencionó, además de las tres vinculadas a Techint, se destacan Orinoco Iron y Venprecar, que forman parte de la compañía venezolana International Briquettes Holding, que vende briquetas de hierro compactadas en caliente. “Todas estas empresas no son mías ni de ustedes, son del pueblo. Todo esto debe ser asumido con responsabilidad y con sentido de integración entre el gobierno y los trabajadores”, sostuvo Chávez.
El gobierno venezolano ya había nacionalizado Sidor, la mayor acería del área andina y del Caribe, que pertenecía al conglomerado Techint. También fue como respuesta a un conflicto gremial. A principios de este mes, el grupo Techint anunció haber llegado a un acuerdo para vender su paquete accionario de Sidor, de 59,7 por ciento, en 1970 millones de dólares al Estado venezolano. La política de nacionalizaciones abarca a industrias estratégicas, entre ellas la petrolera, la de telecomunicaciones, la de electricidad, la de cemento y la siderúrgica, así como el sector bancario.
No bien se difundieron las declaraciones de Chávez, las principales cámaras empresarias argentinas emitieron comunicados muy similares para atacar la medida. “AEA manifiesta su profundo rechazo a esta nueva estatización de empresas argentinas del grupo Techint”, dice el de esa entidad que agrupa a las mayores empresas del país. “La UIA repudia una nueva nacionalización de empresas industriales argentinas en Venezuela”, sostiene el de la central fabril. “Adeba manifiesta su rechazo ante una medida arbitraria que lesiona intereses legítimos de una empresa argentina pacíficamente radicada en la hermana República de Venezuela”, completa el comunicado de los banqueros.
Los empresarios esperan que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se ocupe rápidamente del tema. “Las inversiones argentinas en el exterior son parte fundamental de la proyección internacional de nuestro país. En este sentido, AEA valora toda mediación del gobierno argentino ante Venezuela para evitar que esta acción se concrete”, dice sin vueltas la entidad en su comunicado. El gobierno ayer guardó silencio.
Fuente: www.pagina12.com.ar
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