Lohana Berkins
Su timbre de voz denota alegría y no es para menos, al fin ella y 29 compañeras más- por ahora- podrán dejar de ser las “princesas de saldo y esquina” como diría Sabina para trabajar sin ponerle precio a su cuerpo. En medio de tanta crisis, no sólo económica sino de valores, nuestro país da un gran salto hacia delante con la apertura de la primera cooperativa de trabajo integrada por travestis y transexuales. “En su primer etapa se capacitará a las compañeras en 4 rubros principales: corte y confección, informática, packcaching y venta y administración. En la segunda etapa, una vez capacitadas, nosotras instruiremos al resto. Pero todo apuntado a la producción”, celebra Lohana.
Cuando surgió el Código de Convivencia Urbana en Capital Federal, incluso algunos medios denunciaron un ataque a la moral y a las buenas costumbres. Con la despenalización de la oferta sexual callejera, la doble moral burguesa había llegado a la pantalla una vez más. Las travestis fueron el blanco predilecto de la hipocresía de la sociedad. Sin embargo, a pesar que según el Código Penal la prostitución en nuestro país no se prohíbe, hoy en día la lucha se asienta en la búsqueda de otras posibilidades laborales, anteriormente negadas. “En muchos lugares se instaló el tema del travestismo pero no se nos veía como fuerza de trabajo. No se entendía nuestra lucha. Nosotros consideramos que el trabajo es una cuestión fundamental en cualquier individuo y por esa razón pensamos en un proyecto de sustentabilidad”, afirmó quien desde el jueves es además, presidenta de la cooperativa “Nadia Echazú”. Dicha entidad lleva el nombre de una travesti salteña que murió en el 2002, en las peores condiciones. Tenía 29 años y fue un fiel reflejo de las travestis argentinas, ya que no superan los 30 años de índice de mortandad.
“El primer violador del ser humano es el Estado”
“¿Qué pasa que nunca fui a tendida por una médica travesti o por una mesera travesti?. ¿Por qué nunca se nos ve en esos lugares?”, se pregunta, o mejor dicho nos pregunta, Lohana, y remarca: “El común denominador piensa que el único lugar es la calle, una esquina. Hay que cambiar la mentalidad. La idea es que el Estado genere políticas no discriminatorias y positivas que generen trabajo. En un país donde abundan los alimentos, más allá de la actual coyuntural del desabastecimiento del campo, que se le niegue el trabajo o alimento a alguien por prejuicio es un crimen”.
Además, reclama que cualquier persona debe tener ese derecho y no siempre ser destinado a mantener a una familia, ya que “uno trabaja por su dignidad, por su propio dinero. Cuando empezamos a ver una sociedad sin tanta violencia, o inequidad, observamos una sociedad más avanzada”.
El reclamo por derechos económicos, es toda una novedad en el terreno de las travestis, transexuales, bisexuales, lesbianas o gays: “Que se nos considere desde el Estado como potenciales sujetos de derecho. Porque yo no tengo porqué avergonzarme de esto. No tengo que inventarme un trabajo. Es lo que me tocó en la vida pero intento salir de la mejor manera posible”, proclama Lohana Berkins a FM De la azotea.
La celebración de una colega
Ella es además, una de las fundadoras del diario “El Teje”, término muy usado en la comunidad travesti, y que nació para “decir cuál era el lugar que debíamos ocupar en los medios”, según esta emblemática activista. “Ocupábamos siempre las páginas policiales”, lamenta Lohana y señala que querían contar su modo de vida, mostrar “la otra cara que no te dejan mostrar. Tampoco los grandes medios nos dan el tiempo que Uds. nos están dando, o buscan que hables de cosas tremendas, que escraches a alguien. El otro objetivo es generar el hábito de leer, para introducir a las compañeras en el placer de la lectura, y averiguar cuál era la información que querían difundir ellas. Tenemos mucho relato oral pero nada escrito, la idea fue generar un relato colectivo”.
A pesar del gran esfuerzo, el diario cobró forma y hoy es un de los más relevantes de Latinoamérica, en su género. “Nosotras les enseñamos a usar el grabador y compañeras periodistas como Maria Moreno o Alejandra Dandán, les sugieren como hacerlas Y una de las cosas más interesantes es el impacto que les da leerse. La educación es sin duda alguna una herramienta fundamental: quien tiene la información, tiene el poder. Por eso
invitamos a que se sumen a dar puntadas de rebeldía”, asintió Lohana.