El camino en búsqueda de Justicia generalmente es largo, muy largo, sinuoso, ripioso, cansador. Pero cuando la posibilidad de cumplir ese objetivo asoma, lo que provoca es emoción y satisfacción por la lucha sostenida.Emilce Moler es una de las sobrevivientes de la Noche de los Lápices y presenció la primera de las audiencias del juicio que se le sigue al represor Cristián Von Wernich, ex capellán de la Policía Bonaerense. “Era un momento de emoción. Cuando uno inició esas querellas en los años noventa lo que menos pensábamos era que se iba a poder efectivizar en algún momento. Nosotros lo hacíamos como una práctica que nunca abandonamos quienes transitamos los caminos de la lucha por la verdad, la justicia y la memoria”, sostuvo Moler.
La ex detenida-desaparecida agregó que “en ese mismo recinto es donde se lleva a cabo el Juicio por la Verdad. Yo había declarado allí en 1999, cuando eran juicios en los cuales no se veía la posibilidad de llevarlo a la Justicia ordinaria. Muchos nos cuestionaban para qué todo eso si no va a haber una condena. Y decíamos que eran caminos que se iban abriendo, Entonces para quienes venimos trabajando mucho en esto tiene un doble significado porque fueron muchos años de esfuerzos para llegar a esto que es beneficio de toda la sociedad argentina”.
Además Moler habló sobre la necesidad de protección de las víctimas que prestan testimonios en causas seguidas a los responsables de los delitos cometidos durante la dictadura manifestando que “hay que empezar a trabajar un poco en serio en el cuidado de la víctima, en forma integral. Y que no declare tantas veces también es un cuidado a la víctima. Eso también hay que tenerlo bastante presente y ojalá que se pueda llevar a cabo”.
Audio Emilce Moler
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